Por lo general, el ser humano no tolera la ansiedad generada ante un silencio prolongado, y esto se debe a miedos primarios, a los signos de exclusión y rechazo social (estudios muestran como tan solo 4 segundos de silencio en una conversación se activan sensaciones de incompatibilidad y exclusión). Es por ello que tendemos a restablecer el equilibrio rompiendo de alguna forma dicha tensión. El llenar ese vacío viene fomentado por la imaginación, por lo que el silencio es una herramienta que, usada adecuadamente, puede aportar valor positivo a ámbitos como el educativo y laboral:
1) Motivar a los estudiantes: la clave está en “aguantar el silencio tras lanzar una pregunta”. En algún momento alguien dará una respuesta, aunque sea incorrecta y, aun así, seguiría siendo eficaz, pues estudios demuestran que recordamos la respuesta correcta a una cuestión si se nos dice después de habernos aventurado a dar una conjetura, por errónea que ésta sea.
2) Eficacia en el trabajo: se trata de forzarnos a escuchar antes de dar el impulso de hablar. La escucha activa de empleados, compañeros, clientes o pacientes permite conocer sus necesidades y razonamientos de los que podríamos no habernos dado cuenta. De esta forma, modificamos nuestras ideas preconcebidas antes de actuar, haciendo que nuestra labor sea mucho más completa y eficaz.
El silencio es poder, y su uso puede extenderse más allá, aportándonos habilidades y beneficios como:
1) Capacidad de escucha efectiva: usar el silencio no sólo como espera a nuestro turno de palabra, sino a esa escucha activa, que implica centrar la atención en entender lo que el otro nos está comunicando. Y es que, no sólo se trata de una habilidad, sino de una forma de adquirir nuevos conocimientos a través de otros.
2) Visión clara del carácter de los demás: el silencio frente a otra persona que recién conocemos, hará que ésta lo llene mostrando su personalidad. Empleando el silencio para escuchar con atención, no sólo lo que la persona dice, sino cómo lo dice, hará que muestre cada vez más aspectos de sí mismo, lo que permite entender su carácter con mayor rapidez y precisión.
3) Atractivo: a muchas personas les encanta ser escuchadas y entendidas, por lo que encontrarán poderosamente carismática a todo aquél que les proporcione esa sensación.
4) Autocontrol: el silencio ante una situación que desencadena una respuesta emocional fuerte no es simplemente la apariencia de control, sino “el control en esencia”.
5) Sabiduría: al enfrentarnos a un nuevo reto, el silencio en primera instancia da la oportunidad de reflexionar antes de hablar, de forma que lo que vayamos a decir sea más puro, útil e inteligente.
Fuente: recursosdeautoayuda.com
Imágenes: mforum.cari.com.my y my.opera.com