Los espasmos de sollozo son la pérdida de conciencia provocada por el llanto: el bebé queda inerte y sin reaccionar. No se conocen bien las causas, atribuyéndose sus crisis a una mala regulación del sistema nervioso. Debe quedar claro que el pronóstico es benigno y no existe ninguna amenaza para la salud del bebé pese a la aparatosidad impresionante de algunos casos. Hay que saber que lo presentan 1 de cada 20 niños (5%), que comienza a partir de los primeros meses de edad (como muy tarde los 3 años) y desaparece a los 4-6 años.
Se pueden distinguir tres tipos de espasmos de sollozo:
1. Espasmos de sollozo simples, cianóticos o tipo azul: inicialmente hay una provocación que produce rabia, miedo, frustración o contrariedad. La respuesta del bebé a dicha provocación es el llanto que se intensifica gradualmente hasta que llega el punto de silencio que mantiene al niño sin respirar unos interminables segundos. El niño se pone de color azulado o morado. La crisis se resuelve por una inspiración del bebé y la recuperación es rápida. En este caso no hay pérdida de conciencia a no ser que el ataque se prolongue; la edad de inicio oscila ente los 0-18 meses y cesan gradualmente a los 5-6 años.
2. Espasmos de sollozo graves, pálidos o de tipo blanco: la secuencia es la misma: existe una provocación que causa el llanto, se produce una pausa de silencio, el niño cambia de color a azul y si la apnea continúa el niño se pone pálido con pérdida de conciencia y relajación de esfínteres. Se irá recuperando paulatinamente reanudando una respiración silenciosa. La edad de inicio es entre 12-24 meses de edad y la mitad de los niños dejan de tenerlas a los 4 años y el otro 50% a los 7-8 años.
3. Espasmos mixtos: en este caso no hay una distinción clara entre cianosis y palidez. Son crisis intermedias entre las dos anteriores.
¿Qué hacer?
A nivel de padres, cuando se produce una crisis, colocar al niño de lado para proteger la cabeza de posibles lesiones y evitar la aspiración de alimentos, saliva etc. Lógicamente, si se puede, limpiar las vías respiratorias superiores (nariz o boca) cuando estén ocluidas.
Fuente: Nutriben
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