martes, 21 de agosto de 2012

Mareo


El mareo es el resultado de una serie de trastornos neurovegetativos. Podríamos decir que el equilibrio se ve amenazado cuando las aceleraciones, las curvas o las paradas repentinas activan nuestros receptores laberínticos cinegéticos, que reciben señales contradictorias de diferentes centros sensoriales. El resultado es aquella extraña sensación que definimos como mareo.


El nombre clínico de este trastorno es "cinetosis", que corresponde a cualquier trastorno producido por el movimiento.
  
Hay que destacar que en este trastorno hay un importante componente personal, que hace que cada persona sea particularmente sensible o resistente al estímulo creado por el movimiento.

 LOS SÍNTOMAS

Antes de producirse el vómito, hay una serie de síntomas que son la respuesta fisiológica del mareo:
  • Palidez
  • Sudoración fría
  • Sensación de movimiento de los objetos
  • Alteraciones del movimiento corporal (sin coordinación motora)
  • Sialorrea (exceso de saliva)
  • Náuseas
  • Abatimiento

EL VÓMITO
El origen del síntoma del vómito es complejo. Intervienen los impulsos del tracto intestinal, del laberinto del oído, de la zona quimiorreceptora y del sistema límbico cerebral. También puede ser la respuesta fisiológica a una intoxicación, una enfermedad, un problema de equilibrio, un tratamiento farmacológico, la ansiedad el miedo. Cuando aparece , es difícil reconducir la situación, por tanto más vale tranquilizarse, evitar el movimiento, procurar airearse y abstenerse de comer o beber durante un período prudente de tiempo. Hay que iniciar la ingestión de alimentos poco a poco, empezando por pequeñas cantidades de agua.
Tabla del mareo

 

MEDIDAS PREVENTIVAS

El tratamiento para evitar el mareo tiene que ser básicamente preventivo, porque cuando llega el vómito, es difícil reconducir la situación.
 
Por tanto, es conveniente tener en cuenta instrucciones como las siguientes:

  • Colocarse en lugares de poco movimiento: en el coche, en el lugar del copiloto; en el autocar, hacia adelante; en el barco, en medio; en el avión, entre las alas.
 
  • Adoptar, si es posible, la posición "decúbito supino" (boca arriba, y subiendo las piernas), o apoyado y con la cabeza fija.
 
  • No leer.
 
  • Mantener la vista en un ángulo de 45º por encima del horizonte. Buscar puntos de referencia lejanos y sin fijarse en objetos próximos: en el coche, en el tren o en el autocar, abrir ligeramente la ventana; en el barco, salir a la cubierta, en el avión.
 
  • Evitar el calor.
 
  • No comer ni beber en exceso durante las horas previas al viaje. Si se trata de un viaje largo en coche o en autocar, aprovechar las pausas, andar, airearse y tomar pequeñas cantidades de comida y bebida cada cierto tiempo.
 
  • Estimular la atención de los niños, haciéndolos sentarse en una posición elevada en asientos adecuados y/o manteniéndolos distraídos con juegos (pero mejor sin fijar la vista en objetos pequeños: juegos de palabras, etc.)
 
  • En caso de embarazo, respetar totalmente las medidas preventivas; no se pueden tomar medicamentos contra el mareo.
 Recuerde, antes de viajar:
  • No comer ni beber abundantemente.
 
  • Calcular la duración del viaje, para calcular las paradas.
 
  • Evitar la lectura.
 
  • Adoptar una postura correcta en el asiento.
 
  • Fijar la vista en un punto alejado en el horizonte.
 
  • Procurar una buena ventilación.
 
  • Evitar el calor.
 
  • Tener cuidado con los aliados del mareo: los ruidos, el frío y la fatiga.
  
Fuente: Pilar Gascón. Farmacèutica. Colegio Farmacèuticos Barcelona 
Imágenes: es.paperblog.com y Colegio Farmacèuticos Barcelona