¿Cómo funcionan los productos hidratantes?
Los cuidados hidratantes deben aportar a la
piel sustancias que limiten la pérdida de agua de la capa córnea, y que
además, capten el agua y la fijen en el interior de las células.
Este tipo de productos esencialmente deben
aportar agua a la epidermis, pero eso no es suficiente, por eso se le
añaden humectantes, activos que impiden la evaporación del agua propia
de la piel, garantizando así el equilibrio hídrico de la misma.
¿Cuándo es mejor aplicarse los hidratantes?
Por la mañana, tras la ducha, la piel está
en perfectas condiciones para asimilar cualquier producto y el beneficio
para la piel es mucho mayor.
Después del baño la piel necesita
revitalizarse y esa es, en definitiva, la misión de una buena crema
hidratante.
Mientras dormimos, las células de la piel
maximizan su función reparadora, siguiendo el ritmo biológico natural,
siendo este el momento ideal para maximizar los beneficios del cuidado
hidratante.
¿Y cuándo se debe utilizar un producto nutritivo?
Cuando por la edad, climas fríos etc. la
piel esta seca y muestra signos de falta de lípidos (tirantez,
aspereza, líneas de expresión es necesario aplicar un producto que
además de aportar hidratación, compense este déficit lipídico, es decir
un producto nutritivo, siendo la noche el momento ideal para la
aplicación, para obtener una mayor eficacia hidratante y nutritiva.
¿Cómo se aplican los productos hidratantes?
Insistir sobre codos, rodillas y talones, donde la formación de callosidades es mayor.
Aplicarlas de 1 a 2 veces diarias, sobre la piel limpia y seca con masajes circulares, desde los pies en dirección ascendente.
Elegir el producto en función del tipo de
necesidades de la piel. Las leches y emulsiones son ideales para nutrir
las pieles secas. Los geles y aceites ligeros, frescos y no untosos, son
ideales para una piel mixta o grasa.
Si mi piel es mixta, ¿también debo hidratarla?
Sí, la piel mixta se caracteriza por tener
zonas secas y otras con exceso de grasa. Se debe utilizar un producto
de textura ligera que a la vez que aporta la hidratación necesaria,
ayuda a regular el exceso de sebo y a matificar las zonas con tendencia a
los brillos.
Tengo pie diabético, ¿puedo utilizar Urea?
Sí, en la concentración adecuada. Los
diabéticos toleran un máximo de un 10 % de Urea, pero se utilizan
habitualmente concentraciones más bajas, del 5%. Se aconseja la
utilización de un producto que además de urea contenga activos
específicos que ayuden a reactivar la microcirculación y protejan la
piel, frágil y proclive a sufrir complicaciones.
¿Una textura fluida puede hidratar tanto como una textura rica?
Con una formulación adecuada a base de
aceites secos se puede conseguir un producto altamente hidratante, con
una textura muy ligera y sin la sensación de oclusión y pesadez que
generan normalmente las texturas ricas.
¿A partir de qué edad debo empezar a hidratar mi piel?
Aunque la sequedad cutánea se manifiesta
en mayor grado en personas de edad avanzada, por el uso habitual de
productos de higiene que eliminan el manto hidrolipídico, ya desde la
infancia es recomendable utilizar productos hidratantes, después del
baño o ducha, que ayuden a restaurar la barrera cutánea.
¿Cuándo tengo que hidratarme más?
En invierno, o en climas fríos la piel se
reseca más y puede aparecer sensación de tirantez y picor. Es necesario
el uso de un producto de características hidratantes y alta emoliencia
que ayude a calmar estos signos. En verano o climas más calurosos es
adecuado el uso de lociones de texturas ligeras de rápida absorción que
aporten una sensación de frescor, para facilitar el uso diario.
¿Es normal que después de la ducha mi piel este seca y tirante?
Con el uso de productos para la higiene
demasiado agresivos, se elimina, además de la suciedad, el manto
hidrolipídico, por lo que la piel queda seca, tirante y con la barrera
cutánea afectada. Para evitarlo se recomienda el uso de un gel de baño
tipo syndet (detergente sintético), con una adecuada capacidad de
limpieza al mismo tiempo que respeta la barrera cutánea.
Fuente: Isdin
Imágenes: Isdin