"La cuperosis es uno de los efectos secundarios más comunes del frío en nuestra piel", señalan desde la Clínica Ordás, que recuerda que este es uno de los problemas más comunes. "Se trata de pequeños capilares dilatados que forman como telas de araña especialmente en las mejillas y la nariz aunque pueden aparecer por todo el rostro", y se pueden eliminar "forma definitiva y sencilla" con láser en pocas sesiones, pero hay que mantener unos cuidados para evitar que vuelva a aparecer en otra zona.
Se localizan fundamentalmente en la nariz, pómulos y barbilla y
puede afectar a cualquier persona aunque son más frecuentes en mujeres y
en personas con la piel clara y sensible. "Se desconoce la causa que
provoca su aparición pero sí que existen una serie de factores que la
favorecen, como los cambios extremos de temperatura, la aplicación de
corticoides, el abuso del tabaco, el estrés o la menopausia", señalan.
Aunque se puede eliminar definitivamente con el láser Decolorante
pulsado, "es la mejor opción y la más segura para tratar la cuperosis",
señala dermatólogo de la clínica, el doctor Fernando Ordás, quien
insiste en que es el tratamiento es definitivo, ya que ese vaso
sanguíneo nunca vuelve a aparecer, pero hay que tener en cuenta que
pueden dilatarse otros nuevos por lo que habrá que seguir unas pautas
para prevenir que vuelva la cuperosis.
En el caso de decidirse por el laser, hay que tener en cuenta que
el número de sesiones se decide en función de la cantidad de
telangectasias y de cada piel, pero la media está entre 1 y 3, en
intervalos de 30 días. Cada sesión dura unos 15 minutos y, tras la
aplicación del láser, es normal que la piel quede un poco enrojecida e
incluso puede aparecer algún pequeño hematoma, que se reabsorberá en
pocos días y que se puede disimular con maquillaje.
Ordás hace una serie de recomendaciones para cuidar nuestra piel
en esta época de bajas temperaturas: la primera recomendación es la
hidratación, en este sentido recuerda que más indicado es la combinación
de lociones que contengan ceramida, ácido lactónico y otras sustancias
dermoprotectoras; y, por otra parte, aconseja el uso de protector solar
que en invierno debe seguir siendo un cosmético básico.
Zonas vulnerables son las más expuestas
Además las bajas temperaturas acentúan otros problemas de la piel
como las rojeces y la sequedad. Así, las pieles grasas sufren en menor
medida que las secas porque poseen una capa hidrolipídica que la protege
más adecuadamente de los factores climáticos adversos; mientras, en las
pieles secas esta capa es más escasa por ello es más fácil el aumento
de la sequedad producida por temperaturas bajas.
En ambos casos, recuerdan, "pero sobre todo en pieles secas, hay
que programar una hidratación adecuada que recomponga esa capa
hidrolípidica responsable de proteger la piel de los factores externos".
Por otra parte, desde la clínica destaca que hay que tener
especial cuidado con las pieles sensibles ya que pueden sufrir
especialmente los efectos del frío por la aparición de capilares
dilatados pero esto puede tratarse con productos específicos. "Para
prevenirlos se deben utilizar cosméticos con principios activos
calmantes y descongestivos como la avena, la rosa mosqueta, la glicerina
o el aloe vera", explican.
Por otra parte, avisan de que las zonas más vulnerables son las
más expuestas, pero también aquellas donde la piel es más fina como el
contorno de ojos y labios. "El hecho de que estas zonas se resequen más
durante esta época es porque el tipo de piel que rodea los ojos y sobre
todo la de los labios es de una especial sensibilidad", añade,
Desde la Clínica Ordás dan un último consejo si aprovechando la
nieve se decide ir a esquiar. En este caso, recuerdan que es necesario
utilizar productos específicos para la montaña: protector solar,
contorno de ojos y protector labial. Estos productos hay que reponerlos
cada pocas horas para evitar que quedemos desprotegidos. En el resto del
rostro hay que utilizar una hidratante muy nutritiva y, añaden, es
recomendable también utilizar cosméticos que contengan antioxidantes.
Fuente: EuropaPress/salud
Imágenes: Beautyderm.es e institutomedicolaser.com