Si bien aún no hay acuerdo pleno sobre la causa exacta del bruxismo, el problema puede deberse a varios motivos y, por lo general, es el estrés experimentado durante el día el mayor desencadenante.
Dependiendo del grado, hay casos en que la persona no
presenta prácticamente efectos secundarios, y hay otros, en que sí, en
que no sólo se puede sufrir un desgaste dental sino también experimentar dolor en las mandíbulas y la boca.
Dentro de los factores que pueden influir en la aparición de bruxismo se puede mencionar además del estrés y nerviosismo, el hecho de que la persona tenga los dientes desalineados (lo que exacerbará el problema), la postura que adopte y los hábitos al dormir, entre otros.
Con respecto a los síntomas, se puede sufrir dolor en el o los oídos (por la cercanía de las mandíbulas con el conducto auditivo externo), sensibilidad dental a los alimentos muy fríos o calientes (por el desgaste), dolor o inflamación en las mandíbulas, dolor de cabeza e incluso insomnio.
Algunas medidas que podrían ayudar a las personas con esta problemática son el beber una infusión relajante antes de ir a la cama, tal como tilo o valeriana, escuchar música que nos ayude a distendernos, hacer ejercicios respiratorios y relajantes, meditar, ver algún programa de humor o que nos haga olvidar los asuntos mundanos.
Finalmente, para aliviar el dolor en las mandíbulas se podrán tomar en cuenta ciertos cuidados como aplicar hielo o calor húmedo en los músculos inflamados, masajear los músculos
del cuello, hombros y de la cara, tomar mucha agua todos los días, o
incluso procurar no comer alimentos duros como nueces cuando haya
molestia.
Para evitar el desgaste de los dientes, desde hace años que se suele indicar el uso de unos protectores o férulas especiales que pueden ayudar a amortiguar y reducir la presión que se ejerce sobre los dientes al rechinarlos a al apretar las mandíbulas.
Fuente: Vitadelia.com
Imágenes: globedia.com y 20minutos.es