Para comenzar tenemos que tener los instrumentos apropiados para
realizar la limpieza bucar de manera correcta. Por ello, debemos tener
un cepillo de dientes suave.
Algunas personas utilizan depillos de tienes cuyas cerdas son excesivamente duras, y esto puede hacer que se dañe el esmalte o las encías, haciendo que estas se vuelvan sensibles y acaben por sangrarnos.
También deberíamos utilizar un dentífrico que contuviera flúor.
- Una vez que tenemos los utensilios ¿cómo se lavan correctamente?
Para empezar comenzaremos por los dientes de la cara externa, los que se ven cuando sonreímos. Son los más accesibles para limpiar y también que los que normalmente limpiamos peor.
Para hacerlo bien, debemos limpiar todas y cada una de las piezas dentales de nuestra boca en movimientos ascendentes y descendientes haciendo un barrido, de tal forma que la suciedad se elimine correctamente.
Posteriormente limpiaremos la cara interna de los dientes,
que si bien es un poco más complicado de hacer por la dificultad de
acceder a ellos, se limpian muy bien cuando le coges el truquillo. Para
ello se cepilla desde la encía hasta el exterior haciendo que la suciedad salga hacia fuera.
Después, limpiaremos las muelas y surcos de las mismas. Las muelas se caracterizan por tener unos surcos en ella donde se acumula la comida. Por ello suelen ser las más propensas a contraer caries. Para eliminar la suciedad introducida en ellas deberemos hacer movimientos circulares para que las cerdas penetren bien en los sucos.
Seguirnos después con la lengua, la gran olvidada. Si bien es cierto que algunos cepillos traen incorporadas en la cara exterior unas cerdas de goma especializadas para la lengua, no suele ser lo común así que procederemos a cepillarla con el cepillo de dientes arrastrando la suciedad hacia fuera.
Por último, dejaremos a un lado el cepillo dental y pasaremos a utilizar el hilo dental,
que introduciéndolo en las ranuras que forman la junta de los dientes
eliminaremos al completo cualquier suciedad que se haya quedado
introducida en ellas y no hayamos podido eliminar con el cepillo
habitual.
¿Te parece demasiado complicado? En realizarlo correctamente no se tardan más de tres minutos. ¿Por qué hacerlo mal y sufrir las consecuencias, cuando sabemos y podemos hacerlo bien?
Fuente: ellahoy.es
Imágenes: cjwaltherdds.com y texasstardental.net