Más usualmente conocida como síncope o desmayo, es una breve pérdida de conocimiento
provocada por una disminución de la llegada de oxígeno al cerebro.
Previamente, el individuo nota una sensación de que le fallan las
fuerzas, de aturdimiento y de pérdida de conciencia. Por lo común, si
éste se encuentra de pie puede experimentar una breve fase de tambaleo
antes de caer al suelo. Dado que lo habitual es que se presenten
estos síntomas previos, es posible evitarla tumbándose en el suelo o
sentándose y colocando la cabeza entre las rodillas. Sin embargo, en
ocasiones su aparición puede ser tan rápida que al afectado no le da
tiempo a reaccionar, cayendo al suelo con el riesgo de lesionarse en el
impacto contra una superficie dura.
Se
situará a la victima en horizontal (o en el suelo), elevándole
ligeramente las piernas, procurando que su cabeza se encuentre en un
nivel más bajo que éstas; se le aflojarán las prendas que pudieran
oprimirle (camisa, corbata, etc.) y se intentará que esté ventilado
hasta su recuperación. Se debe tener en cuenta que, por el trauma de la
caída al suelo, pueda haber sufrido una lesión que precise atención
médica urgente (hemorragia, luxación, fractura, etc.).
En caso de urgencia: Llamar al 112, indicando de forma breve el tipo de urgencia y la dirección del accidente, o dirigirse al centro sanitario más próximo.
Fuente: Mylan
Imágenes: osakidetza.euskadi.net y sonlibres.blogspot.com