miércoles, 15 de mayo de 2013

Frenar la necesidad de comer dulces

Los dulces son para algunas personas inevitables en su dieta diaria, o al menos ese es su deseo.
Food Sweet SelectionsEstos productos son una fuente da calorías que no aportan prácticamente ningún nutrientes (calorías vacías), por lo que no deberían suponer más del 10% de las calorías totales diarias, solo lo justo para la satisfacción sensorial, o como se dice, para “quitarse las ganas”.

Hay dos principales razones por las que algunas personas no pueden evitar sentir deseo de comer dulces a diario, al finalizar las comidas o como picoteo entre horas:


· Una mala regulación de los niveles de glucosa en sangre. Aunque no se padezca diabetes puede haber una producción insuficiente de insulina, y si su acción es más corta aparece sensación de hambre y de falta de energía con frecuencia, sobre todo entre comidas.

En este caso se puede mejorar la acción de la insulina aumentando el consumo de alimentos ricos en cromo, como la levadura de cerveza, los cereales integrales y las nueces, y prefiriendo los hidratos de carbono complejos a los refinados, para que la absorción de la glucosa sea lenta y progresiva.

· El estrés y la ansiedad. El dulce favorece la producción de serotonina, hormona que proporciona sensación de bienestar y mejora el estado de ánimo. En este caso la necesidad de comer dulce es más compulsiva que en el caso anterior, y no estaría ligada a sensaciones de hambre o de desfallecimiento. Es una necesidad puramente emocional.

El ejercicio físico moderado y adquirir nuevos hábitos de vida para reducir el estrés son claves para mejorar esta situación, y también desde la alimentación se puede mejorar la producción de serotonina.
Los alimentos ricos en triptófano, magnesio y zinc y los ácidos grasos Omega-3 favorecen la producción de serotonina. Incluir en la dieta diaria carnes de pollo y pavo, lácteos desnatados, huevo, germen de trigo, pescados azules, cereales integrales, frutos secos, semillas, legumbres y verduras de hoja verde mejorará el bienestar emocional y reducirá la ansiedad por el dulce.
 
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Igual de importante es evitar periodos prolongados sin comer, ya que la falta de proteínas y triptófano hace que el cerebro produzca menos serotonina y se produzcan bajadas anímicas.

No se recomienda sustituir los dulces por sus versiones bajas en calorías, ya que no se soluciona el problema de base y siguen siendo calorías vacías. Las frutas pueden ayudar a calmar el apetito goloso, y además aportan agua, vitaminas, antioxidantes, minerales y fibra.

Fuente: suplments.com 
Imágenes: http://ayay.co.uk y lasmanualidades.com